viernes, 21 de noviembre de 2014

China declara la guerra al pueblo chino

China es un país que es un gigante con pies de barro y su talón de Aquiles es haber continuado con un régimen político monocolor controlado por el Partido Comunista Chino.

China tiene un aparato represivo para que el único culto que se haga sea a dicho partido.

Cualquier persona puede ser detenida y llevada a una de las 1.100 cárceles de trabajo, sin juicio y sin causa durante 4 años, para trabajar en condiciones de esclavitud para el Estado y de esta manera sacar producción gratuita.

China ha declarado la guerra al pueblo chino desde hace mucho tiempo. Mao y su panda de matones siguieron estrictamente las instrucciones del delirante y loco Marx para realizar la Dictadura del Proletariado. Para ello, mataron a todos los ricos que pudieron, y a los pequeños propietarios rurales que tenían alguna pequeña hacienda también. Esta locura acabó en 1978 con el nuevo premier Deng Xiaoping que dio un rumbo a sus políticas. Sin embargo, China empezó a crecer. La idea fue hacerse capitalista puertas afuera pero seguir siendo comunista para adentro. Y eso no puede ser porque es una barbaridad. Hasta ahora, a China le ha ido bien porque a algunos capitalistas, por lucro, les interesó establecerse allí pues los costes laborales eran menores, pero muchas empresas están volviendo a relocalizarse pues a pesar de todo, las injerencias del propio aparato comunista han hecho que muchos proyectos en China no hayan terminado tan bien.

China se ha endeudado muchísimo en la construcción inmobiliaria y hay cientos de ciudades chinas construidas totalmente y vacías. Esto hace sospechar que China va camino del colapso. China cada vez crece menos.

Vivir en China significa la total esclavitud si no perteneces al Partido Comunista. Significa no poder opinar, no poder ver en Internet lo que quieras, no profesar una fe más allá que la que hay que rendir al PCCh.

China tiene amplias raíces de rebeliones contra sus dirigentes. Lo que acontecerá con China es fácil de entrever: cuando su producto interior bruto decrezca en los próximos años, se verá abocada a un colapso que espero destruya el PCCh al igual que la URSS desapareció hace ya algunos años. Y lo hará el pueblo que es esclavo de esa miseria de aparato estatal que intentan, criminalmente, atentar contra su propio pueblo y esparcen la miseria a nivel mundial, en base a permitirse trabajos esclavistas que repercuten en la desindustrialización de otras áreas regionales a escala planetaria.

Mucha culpa de lo que ocurre ha sido debida a grandes capitalistas que trasladaron sus factorías a esos países con el único interés de maximizar beneficios. Pero las leyes capitalistas van en contra de la miseria moral de emplear en otro lugar a gente a la que se la tiene como esclavos. Y si no es una ley capitalista es una ley de decencia.

Es por ello que grandes cambios seguramente sucederán en el mundo y aquellos que deslocalizaron sus empresas y creyeron que esclavizando a los chinos y a los de los países consumidores sin industrias, porque las trasladaron a China, iban a seguir ganando beneficios eternamente, que esperen también a recibir lo que han sembrado, pues es claro que el desequilibrio mundial actual es debido a esa avaricia de gente sin escrúpulos que han creado este panorama desolador para las clases medias, donde la esclavitud algún día les pasará factura. Y no tardará tiempo en llegar porque como dice un viejo refrán: "torres más altas han caído".

En definitiva, para acabar con un gobierno que es enemigo del pueblo chino como lo es el PCCh debería surgir un líder mundial capaz de encararse, al igual que lo hizo Reagan con la ex-URSS. Considero que la retórica usada en aquellos tiempos fue la adecuada para acabar con el problema comunista, pero fue una solución parcial, pues solo se consiguió colapsar a la Unión Soviética. Quedó en el retazo un país mucho más sutil y con mirada amable a Occidente como es China. Y este país ahora está "fuerte", casi en la cresta de la ola, y para colmo, la opinión pública cada vez cuestiona más el capitalismo, nuestro modelo de democracia occidental y los derechos humanos y no se da cuenta del daño grave que está ocasionando la economía china al resto del planeta.

Debemos rezar para que se destruya el PCCh, que se libere a los chinos del yugo de la esclavitud impuesta por el Estado Comunista y que el mundo finalmente se equilibre sin países tramposos que rompen las reglas del juego mundiales, violando los tratados de libre comercio, rompiendo normativas medioambientales y haciendo en su país lo que les da la gana con sus ciudadanos. Tontos han sido los que han invertido allí, ya se encontrarán con la horma de su zapato. Pero más tontos se van a quedar cuando pierdan todos sus capitales...








Y ahora yo le pregunto. ¿Ud. siendo una persona con capital se iría a China favoreciendo no solo la esclavitud de los chinos sino la de su tierra, a la que tanto ama, quitando puestos de trabajo y llevando a desempleo a personas de su entorno? Si Ud. afirma que sí, que tenga suerte, y que nunca se vaya a la quiebra o como llaman ahora, a la suspensión de pagos, pues por si no lo sabe Ud. es cómplice en una mínima parte del desorden que existe en el mundo, por su avaricia. Si, amigo sí, Ud. es coautor de la crisis pues mientras montan sus aparatos, seres en condiciones infrahumanas trabajando como esclavos, aquí cada vez se desertiza más la industria y existen menos puestos laborales, lo que lleva a una crisis de desempleo que puede tener carices dantescos..

Y ahora yo le respondo, ¿sabe cuál es la solución? Que el infernal PCCh se disuelva, colapse o lo manden al infierno mediante una revolución los propios chinos y que allí la gente gane un sueldo normal como nosotros, que merecen tener una vida digna como Ud. y como yo, y así Ud. ya no se iría allí para lucrarse, en su avaricia frenética. En esas circunstancias, no habría esclavitud en China y aquí tendríamos fábricas para trabajar... y seguramente mejores salarios y la crisis mundial mejoraría o se extinguiría.

Gráfica obtenida cortesía de Philip Morris


Necesitamos a un Reagan o a un Julio César para acabar con el Partido Comunista Chino. Es prioridad máxima acabar con este desorden mundial.

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