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lunes, 5 de agosto de 2013

El error de la praxeología en la Escuela Austriaca de economía.

 

Indudablemente existe algo que no me parece coherente en la Escuela Austriaca y es la negación a que se pueda estudiar la economía desde un punto de vista matemático. Esto se conoce como praxeología.

 

Los clásicos del siglo XVIII estudiaron las ecuaciones económicas fundamentales suponiendo que las variables económicas estaban dadas y en el estudio del problema se conocían y eran inmutables en el tiempo del estudio. El error fue simular el mercado en un escenario de competencia perfecta o causiperfecta. Este escenario pudo ser observado en el ambiente coetáneo a la revolución industrial donde muchas empresas competían sin existir grandes corporaciones fruto de las fusiones y absorciones posteriores. Está claro que las tesis clásicas no son aplicables ahora. Marx criticó la plusvalía y dijo que existía una explotación del burgués, cuando el capitalista realiza una inversión para fabricar algo y necesita de mano de obra, a la que no le va a pagar el resultante de toda su ganancia a repartir entre todos, pues los trabajadores no son propietarios, son asalariados y no corren con los gastos ni costes inherentes a la empresa. ¿Existe la teoría de la explotación? Es cierto que el capitalista obtiene más beneficio que los salarios que paga, pero no podría ser de otra manera. Supongamos un aprendiz de agricultor que siembra árboles y según pasa el tiempo observa que no crece ninguno, se les ha muerto todos porque no debió plantarlos bien o su técnica no es adecuada. ¿Para qué sirvió ese trabajo? Fue totalmente improductivo. Supongamos ahora que el Estado tiene como cometido contratar a gente en una empresa estatal con unos buenos salarios. Los jefes no reprenden a los malos trabajadores, quienes rinden al mínimo, pues no tienen incentivos por producir. Sin producir y sin rendir, no se obtiene ningún fruto y la empresa deficitaria sigue año tras año obteniendo subvenciones del Estado hasta que, tras 10 años de pérdidas continuadas, se cierra la empresa y a la gente se la jubila con unos buenos salarios. Si no se ha producido ni extraído beneficio, ¿de dónde sale la riqueza para pagar? De ninguna parte, al final, ese Estado colapsará porque no existen incentivos, ni ganancias, ni medios para obtener dinero, solo para gastarlo. Eso descrito es el comunismo en la práctica, una máquina de crear pobres y empresas deficitarias, menos los elegidos por el Estado, miembros del Partido Comunista que se hacen ricos a costa de no hacer nada más que mandar sobre los demás mediante una dictadura.  La plusvalía es un birlibirloque de Marx, realmente una entelequia, un sofisma. Si mediante una empresa a través del capital invertido y los usos de los factores productivos y humanos se transforma una materia prima en una mercancía para vender en el mercado, la diferencia entre lo adquirido en un origen y lo obtenido en la transformación no puede repartirse a partes iguales entre los trabajadores pues ellos solo ofrecen el factor trabajo, pero no los factores capital (fábrica, dinero,…) ni de producción (máquinas, instalaciones,..). Por lo tanto, a pesar de ser cierta la teoría de la explotación marxista que se da porque el empresario ejerce un poder sobre el trabajador, por ser su asalariado (modernamente, la explotación ha dejado de tener ese sentido salvo que el trabajador esté en unas condiciones anormales y perjudiciales en el puesto), es claro que la crítica marxista de la plusvalía no tiene fundamento alguno y va en contra de la realidad, en cuanto que los trabajadores no han dispuesto ni de capitales ni de factores productivos en la empresa. Por lo tanto, el beneficio o conjunto de plusvalías por todos los bienes o servicios ofertados y vendidos, es el acordado de acuerdo a la resta del coste de salarios según los acuerdos tomados entre trabajador y empresa. En una empresa capitalista todos ganan, lógicamente el dueño más cuando vende y obtiene beneficios, pero también menos cuando tiene pérdidas y debe pagar las nóminas de sus trabajadores.

 

Alguien que crea una empresa y paga dinero por su inversión, mantenimiento y costes siendo propietario tiene derechos sobre los bienes o servicios que genera pues de lo contrario, se arruinaría él y a los que trabajan para él. Por lo tanto, la propia naturaleza niega el marxismo por ser antinatural, pues todo trabajo, sin organización ni dirección, no puede dar fruto, salvo quizás “malas hierbas” y la dictadura del proletariado y sus planes quinquenales soviéticos significaron que se producían unos productos exageradamente y había otros que escaseaban pues no se hacía un seguimiento porque no existían en ese ambiente las leyes básicas de oferta - demanda y creación de precios ni plusvalías.

 

Las leyes de la oferta y la demanda se ajustan de acuerdo a ecuaciones simples que no se conocen en el mercado o dicen desconocerse, pero que a nivel individual, el sumatorio de todas esas acciones hacen coordinar la acción. Existen formulaciones simplistas para llegar a calcular precios según esas ecuaciones. Otra cosa es la realidad del mercado.


Sin embargo hay algo que innegablemente han olvidado en la Escuela Austriaca.

 

El mercado de valores de las distintas bolsas recoge automáticamente el índice de los valores en modo continuo. Esto es posible debido a que el sistema informatizado registra las operaciones en tiempo real. Si somos capaces de analizar de manera continua el comportamiento de un índice bursátil, también seríamos capaces de tasar el tipo de interés de la banca central sin necesidad de una Autoridad que lo expusiera cada cierto tiempo con desacompasamiento, retardo, imprecisión y opacidad. 

 

El mercado de la bolsa de valores es continuo, dinámico y cambiante. Las personas que estudian los comportamientos del mercado pueden llegar a tener ciertas probabilidades de acierto. El comportamiento estocástico de la naturaleza del problema no hace que no puedan darse condiciones de probabilidad para acertar y predecir una solución a futuro.

 

En un problema físico altamente complejo con una solución determinista puede llegarse a obtener soluciones aplicando métodos numéricos. Un ejemplo puede verse en el cálculo del tipo de interés en lafórmula de la amortización de un préstamo realizada por el autor de este blog.

 

Los bancos trabajan con tablas para saber el tipo de interés, las mismas tablas que se empleaban antiguamente para obtener las series de logaritmos, pero hoy en día sabemos que una calculadora realiza un logaritmo directamente y hace años, para obtener un logaritmo intermedio entre los de la tabla, había que acudir a interpolar… dado que los matemáticos no podían realizar el cálculo para todos los números. Por ejemplo, intente calcular a mano el logaritmo neperiano de 3,56789 a partir de los datos de una tabla, es decir del logaritmo neperiano de 3 y de 4...

 

En otro tipo de problemas físicos pueden darse soluciones empleando otros métodos como el de los elementos finitos, donde las ecuaciones diferenciales de un problema físico, al no poderse resolver de forma implícita se hace mediante datos que no recogen todo el conjunto de información del problema,  al igual que cuando se oye música en el sistema .mp3 se ha reducido la información y la música ofrece un muestreo del  archivo original .wav que suena parecido… donde se ha reducido sustancialmente el peso del archivo.

 

La economía parece ser una ciencia social, pero a pesar de que existan millones de agentes operando, se pueden extraer conclusiones mediante las investigaciones derivadas de la estadística y del método de Montecarlo.

 

Aplicando un sistema informatizado a toda la información monetaria, de trasvases de fondos, deuda estatal, financiación de un estado, se llegaría a tasar el tipo de interés a tiempo real. Una vez conocido, podrían tenerse datos históricos en lapsos temporales, pues la información del dato a tiempo real no vale para nada. De esta forma, el tipo sería fijado no por un señor con alta capacidad de predicción, la Autoridad del Banco Central, sino por el tipo que surge de las operaciones realizadas por el propio BC autoajustadas para dar información con un mínimo de retardo.

 

Además, existen métodos matemáticos de predicción, que nos pueden dar ideas matemáticas sobre el comportamiento del mercado financiero.

 

Ideé un programa para resolver problemas de procesos industriales mediante estas técnicas, pero se pueden aplicar al mundo financiero.

 

En el apartado de previsiones resuelve lo siguiente, problemas sobre previsiones temporales: medias móviles, medias móviles ponderadas, alisado exponencial (con desviación absoluta media y error cuadrático medio), alisado exponencial con ajuste de la tendencia, proyecciones de la tendencia con mínimos cuadrados, variaciones estacionales de los datos. También calcula problemas de métodos de previsión causal: análisis de regresión con error estándar de la estimación y con coeficiente de correlación. Realiza igualmente cálculos de seguimiento y control de las previsiones con señales de rastreo.

 

En una palabra, la praxeología es una negación dentro de la Escuela Austriaca a la cuantificación de las variables del mercado que pueden ser obtenidas mediante estudio estadístico de probabilidad.

 

El monetarismo de Friedman basa su formulismo en la inyección y detracción del dinero de la banca central mediante la política monetaria para controlar la economía a través del multiplicador bancario en un sistema de reserva fraccional.

 

Sin embargo, hemos llegado a la conclusión tras esta crisis que la solución de inyectar dinero para salvar bancos ha sido una medicina contraindicada y caducada, pues existen indicios claros que demuestran que el New Deal no solucionó la crisis de EEUU. Y si desde la óptica socialista se vierten esas ideas, serán más que verdad...


En definitiva, un sistema de banca central “tasado” en información real sobre sus transacciones y con transparencia sería un primer paso para realizar la revolución de la nueva escuela del capitalismo social como evolución de las tesis de Keynes, ideas que se plasmaron en el Estado del Bienestar (1944-1973), la Edad Dorada del Capitalismo, donde la macroeconomía keynesiana se orientó al máximo empleo y a la intervención del Estado, como es natural. Lo que es inconsistente es dejar al mercado libre, libre de hacer a todos los agentes los que le venga en gana, para en poco tiempo, estar todos sujetos a oligopolios y donde la clase media desaparecería y la clase trabajadora se moriría de hambre.  

 

Respecto a la Escuela Austriaca, citar que su apego por la libertad de mercado es solo para aquellos potentados en el mercado, pues sus teorías parecen realizadas para favorecer única y exclusivamente a la plutocracia. Sus teoría son inconsistentes, precisamente por negar la posibilidad de una resolución de los problemas de la economía mediante el uso de las ciencias matemáticas. Y una de sus teorías, la TACE (Teoría Austriaca del Ciclo Económico) es rotundamente falsa, pues para demostrarla se debe hacer mediante matemáticas, y la estadística ha dado la razón a Milton Friedman quien estudió en dos ocasiones distintas todas las etapas económicas desde que se fundó la FED en 1913, y detrás de esos dos estudios se prueba que no existe tal correlación afirmada en esa teoría carpetovetónica, que no tiene ningún fundamento ni sostén.

 

Actualización 18/10/2015: No soy optimista en que estas soluciones se lleven a cabo. Quizás si se pudiera de alguna forma controlar el tipo de interés de los bancos centrales con la información del mercado y no de forma arbitraria como se realiza ahora los ciclos de auge – depresión basadas en burbujas de deuda, se paliarían. No obstante, también soy pesimista en la aceptación de que el multiplicador bancario crea una exponencialidad de efectos perversos de la banca fraccionaria sintonizados con la batuta del banco central. No obstante, hacer el tránsito de una banca con reserva fraccionaria a una con reserva 100 % sería una revolución tan radical en un sistema bancario tan arraigado desde hace tiempo que no creo se pueda llevar a cabo. Es por tanto que quizás la única forma de salvar la economía mundial a futuro sería establecer un control matemático al tipo de interés de los bancos centrales, pues el poder que acapara este sistema de bancos hace inviable, entiendo, su abolición por los estados.

 

Actualización 03/03/2020: Finalmente he llegado a la conclusión de que una democracia de verdad es aquella que es controlada directamente por el pueblo. Si los partidos políticos fueran eliminados y en su lugar existirían políticos independientes que lo fueran por su mérito y se sortearan tras su estudio de capacidad por tribunales imparciales, se podría desarrollar la banca estatal, la cual podría operar sin intereses y con un sistema de reserva fraccionaria. No sería un sistema socialista en cuanto el pueblo tendría el control de los políticos. Con este sistema se separaría definitivamente el capitalismo productivo de creación de bienes y servicios del capitalismo financiero-rentista que crea distorsiones económicas graves en la economía. Se conseguiría un dinero sin deuda por intereses y al mismo tiempo, un sistema práctico para evitar desequilibrios macroecnómicos, pues el estado canalizaría la riqueza mejorando las naciones mejor que los banqueros internacionales.