La cultura woke, el empoderamiento de los LGTBI, la destrucción de los salarios por acogidas masivas de inmigrantes que ni se integran ni quieren nuestras formas de visión democráticas... y donde en países como Francia o Países Bajos representan ya una grave amenaza, es un campo de cultivo a explotar a futuro para destruir Europa planificada por gente siniestra que busca nuestra depauperización, el enfrentamiento entre civiles por posturas ideológicas contrarias, pero sutilmente parecidas. Capitalizar un país significa enriquecer a todos y no empobrecer a las clases medias y arruinar a las populares. Todo esto forma parte de la agenda globalista. El Estado nación no significa un enfrentamiento entre naciones sino mejorar la vida de los ciudadanos de un país mediante políticas acertadas que traten preferentemente a los ciudadanos del país y no a la inversa con la discriminación positiva hacia los inmigrantes de la revolución progrefacha buenista que alaban a terroristas y conceden preferencia y mucha tolerancia a costumbres no locales impuestas por minorías. La inminente llegada de inmigrantes, muchos de ellos respaldados por mafias que les exprimen económicamente en busca de El Dorado y que reciben ayudas sociales sin producir nada sólo puede derivar en la destrucción de nuestros modelos democráticos y del Estado del Bienestar cuando esta gente tenga mayoría de toma de decisiones en las urnas.
Primero los de dentro, luego los de fuera. Pero claro, en un país donde nazis ya te discriminan por no conocer un idioma tribal antiquísimo pero donde no se entendían ni entre pueblos a 50 km hasta que inventaron la variante "batua", no es de extrañar que prefieran a extranjeros antes que a españoles que desconocen el idioma por no haber tenido ni una hora lectiva en la educación general básica.
Al final uno es "facha" indirecto por no saber euskera en el País Vasco cuando uno es de aquí de toda la vida, y no se me enseñó dicho idioma. Eso es cultura woke-nazi. Al final los nazis, ya sabemos quiénes son, los que excluyen a sus ciudadanos de origen y prefieren de otros países para castigar a los que no han tenido la oportunidad de conocer tal idioma para hablarlo.
Es lógico no estar a gusto ni conforme en un País Vasco, supuestamente superior al resto de España por su "raza", "su lengua enigmática" y su "Rh -" que son características psicológicas del ideario nazi, digan lo que digan, porque la "diferenciación étnica-racial-lingüística", en el ideario de Sabino Arana, fue el constructo del ultraje ultrarracista contra el maketo (español) en un protonazismo que deja por debajo a "Mi lucha" de Adolf Hitler, adelantándose en el tiempo a tal monstruo, con un odio supino, arrogante y bobalicón de este ser "venerado" por "patriotas vascos" y abominable por el sentido común. Pero eso no deja de ser una política de exclusión social a españoles que no tienen nada que ver con el fascismo que ellos aplican a sus habitantes.
Un país debe mirar por sus habitantes y la lengua oficial de España es el castellano. En algunas comunidades autónomas existen lenguas cooficiales, pero NUNCA debe excluirse a nadie de su tierra porque la Administración a través de las redes de enseñanza no le enseñaron dicho idioma y favorecen la entrada de extranjeros a los que dan más facilidades que a los nacionales, como están haciendo en Cataluña con la entrada masiva de magrebíes para intentar enseñarles el catalán, al menos a sus hijos, discriminando a todo aquél que no sepa ese idioma siendo de allí...
Por eso considero a Sánchez un enemigo útil para la destrucción de España, con su wokismo, por no entender la razón de la lucha de ciertos islamistas procedentes de países dictadores pues solo existe una Democracia de verdad en Oriente Medio y es la de Israel, país atacado desde el minuto cero por enemigos de la Paz y de la Democracia.
El cáncer woke debe destruirse pues es un peligro para las sociedades avanzadas. España está en la ruina económica y social por políticos que deberían estar en la cárcel.
Y no, los españoles no son vagos ni improductivos, como dicen alemanes como la Merkel. Así que, la responsabilidad de lo que pasa en España hay que buscarla fundamentalmente en su clase política y no en sus ciudadanos, pues son los políticos los que, lejos de buscar soluciones a los problemas, crean nuevos y acrecientan los existentes, por lo que los Partidos Políticos quizás hayan dejado de tener el sentido que tuvo en el parlamentarismo inglés de los siglos XVIII-XIX.
Si hubiera Democracia de verdad, muchos políticos deberían estar en la cárcel o enviados al ostracismo, por ser enemigos de su país. Eso se hacía en la polis griega hace 2.500 años. Entonces existía una Democracia de verdad.
Y nuestro país se llama ESPAÑA y no hay más nación que una. Ya tenemos bastante con 17 comunidades autonómicas. Euskadi no es una nación, porque por esa regla de 3, y bajo el proyecto esquizofrénico de Euskalherria, asimilando la singularidad, Alemania debería tomar por el idioma partes de Italia, toda Austria, parte de Suiza, parte de Luxemburgo, fronteras con Francia, etc. Y eso es un delirio propio de nazis que ya tuvimos ocasión de comprobar a través del loco de Hitler. Si ese es el ideario de gentuza como Eh Bildu o PNV, entonces ambas formaciones son NAZIS. Los inventos de los nazionalistas para disgregar esta nación es única y exclusivamente para enriquecimiento de ciertas élites políticas que solo buscan su bienestar y tener el sillón calentito.
Los nazis-fachas, no es que se disfracen de comunistas, es que tienen en común dos aspectos fundamentales: el odio a la Democracia y el odio contumaz al capitalismo. Los vascos fueron muy cerrados a la hora de abrir capitales con el exterior en un principio y si la Villa de Bilbao y la Margen Izquierda pudo prosperar a mediados y finales del siglo XIX fue gracias al capitalismo inglés inversor. Por tanto, la bravuconería del vasco es simplemente una leyenda infundada para intentar obtener de España lo máximo posible en detrimento de otras comunidades de España que soslayan el principio de equidad tributaria y canalización de dinero a las comunidades por parte del Estado. Y Pedrito Sánchez es cómplice de este bandidaje que se va a cometer solo por permanecer en el poder por su soberbia, su megalomanía, su narcisismo, su psicopatía y su ansia de poder.
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