sábado, 27 de abril de 2013

La actividad productiva y las ventas se desploman: gobierno de Rajoy desnortado


Rajoy nos ha embarcado en un delirio propio de su mentirismo de un partido sin ideas fruto de un programa político engañifa para conseguir el poder.  La economía en el 1er. trimestre ha sido pesimamente negativa.


La capacidad productiva se ha desplomado desde el 74,1% en el cuarto trimestre de 2012 hasta el 68,9 %, la cifra más baja desde que este indicador comenzó a medirse hace 50 años.  Este es un indicador claramente representativo del empleo y del crecimiento. Esto significa claramente más desempleo y menor inversión.


La forma de actuar para resolver estea anomalía gravbe ha sido la típica de gente que no sabe resolver problemas, más recortes de pensiones y salarios con mayor niveles de deuda, que son condicionantes para acelerar la recesión.


Las ventas de las grandes superficies han caído desde una media del 6 % en 2012 hasta un 8,1%, es decir, el peor trimestre desde que comenzó la crisis. Hasta El Corte Inglés encuentra dificultades de financiación ante el descenso de ventas.


El ministro Montoro en vez de intervenir las comunidades autónomas quebradas como prometió, les envió 60.000 M de dinero público en 2012 y va a inyectarles 23.000 M más. Y para que continúe la fiesta del despilfarro multiplica por tres el límite de déficit, de Valencia y Cataluña particularmente, y el estudiado plan de ajuste es obvio: pedirle más dinero a Madrid.


Resulta increíble que “la deuda senior de la banca española -la contraída con los bancos alemanes, franceses y holandeses que financiaron la burbuja sin molestarse en analizar nada- no haya sufrido quita alguna, a pesar de que los activos que la garantizaban se han hundido y se siguen hundiendo”. “El cierre de los bancos era la única respuesta lógica” En lugar de ello, estos políticos que nos gobiernan, han hecho recaer esta deuda sobre los contribuyentes: un robo de dimensiones históricas, gracias al austericidio impuesto desde esos países.


Con una deuda del 400 % del PIB el sistema financiero es insolvente gracias al incremento imparable de deuda dirigida por el BCE hacia el sistema bancario.

El sistema bancario desregulado  sin control efectivo mediante agencias de rating, que se han demostrado cómplices del maquillaje de las calificaciones, han arruinado a los pequeños ahorradores con la estafa de las preferentes, mientras que han renunciado a pedir responsabilidades a los culpables de la quiebra, como consecuencia de la mayor y más vergonzosa connivencia entre políticos, reguladores y banqueros corruptos de la historia financiera española, con cajas prodridas de políticos ávidos de enriquecerse a costa de todos los españoles. 


El rescate bancario ha costado hasta ahora 275.000 millones de euros: inyecciones directas de capital, 60.000; avales, 135.000; esquema de protección de activos, 30.000, y Sareb, 50.000, con la posibilidad de llegar a 100.000, o el 26 % del PIB. 

Suceden varias consecuencias. Primera: la deuda total española, pública y privada, supera el 400 % del PIB, como ya se ha comentado, una cantidad que jamás podrá devolverse, y en consecuencia el sistema financiero español como conjunto, que es el acreedor principal, es insolvente, es decir, estará gripado o grogui durante mucho tiempo, lo que lastrará la economía en su conjunto. Segunda: la parte más insolvente del sistema es la que ha recibido el grueso del rescate, un 17 % del PIB, que no se recuperará. Tercera: el crédito a la economía real, a pesar del multimillonario rescate, experimentó en 2012 la mayor caída en 60 años, y en 2013 el crédito a la economía productiva sigue cayendo en picado.


La economía en el primer trimestre 2013.


La recesión se acentúa y nos podríamos acercar a la deflación, que es un escenario peligroso. 

El índice de producción industrial de febrero fue peor que el de enero. Si lo comparamos con el mismo mes del año anterior: un 6,5 % menor. El indicador de de bienes de inversión industrial –el 30 % del PIB– incrementó su ritmo de descenso interanual en 1,3 puntos en el primer trimestre de 2013 respecto al cuarto de 2012, hasta el -15,4 %. El índice de producción en la industria de la construcción registró en enero una tasa interanual del -1 %, casi seis puntos inferior a la de diciembre.




Las exportaciones están disminuyendo gravosamente. En 2012, a pesar del mentirismo optimista del Gobierno, sólo crecieron un 1,7 % en términos reales, pero los últimos datos muestran una contracción del 3 %. La disponibilidad de bienes de consumo y de bienes de equipo acentúa su caída y la financiación al sector privado deflactada cae un 9,4 % frente al 7,4 % del último trimestre de 2012. Por otro lado, el coste laboral por trabajador retrocedió el 3,2 % anual en el cuarto trimestre de 2012, o más de 6 % en términos reales. En línea con este panorama recesivo, en los dos primeros meses del año 2013 el déficit del Estado sería un 14,9 % superior al del mismo periodo del año anterior y la deuda neta en enero y febrero se incrementó en 29.000 millones de euros, la cifra más alta conocida.


Las economías familiares, ante el expolio masivo de las Administraciones y los oligopolios nacionales de energía, están exhaustas. La tasa de ahorro se ha hundido al 8,1 %, el mínimo de todos los tiempos y muy por debajo de la media de la UE. Vamos directamente a la pobreza. El PIB del trimestre, estimado a través de su correlación con el consumo de electricidad y sobre todo con el gasóleo de automoción, ha caído un 1 %, un 4% en tasa trimestral anualizada. Y da igual lo que nos mientan el BdE y el INE, entes supuestamente independientes pero que sirven como lacayos al gobierno de turno, porque esas correlaciones son indiscutibles.


La tasa de inflación se redujo cuatro décimas en marzo hasta el 2,4 %, algo que algunos optimistas u obligados a serlo presentan como un dato positivo. Nada más lejos. La inflación subyacente o inflación básica, que sirve como indicador adelantado del rumbo que tomarán los precios a medio plazo, se mantuvo en el 2,3 %, casi el doble de la de marzo de 2012 y dos décimas por encima de la de diciembre de 2012. Esto indica el hundimiento de la demanda interna y el riesgo cada vez mayor de una deflación, algo que, de materializarse, sería el peor de los escenarios económicos posibles.


Pero Rajoy y sus secuaces no sólo se limitan a arruinar a los españoles para varias generaciones: están destruyendo España a escondidas, todo un compendio de la vileza y la insania. El ministro de Exteriores, un indigno que se arrimó a Maduro con el asombro de EEUU y la UE, comete la infamia de reunirse en secreto con el conseller de la Generalitat Homs para tratar de la creación de un cuerpo diplomático que represente a Cataluña en el exterior con nuestro dinero, mientras cierran las embajadas de España por falta de medios y tienen tirados por los pasillos a muchos de nuestros mejores diplomáticos. Peor aún, Homs ya está preparando que a partir del verano empresas, particulares y ayuntamientos catalanes paguen los tributos al Ejecutivo autonómico y no al Estado, lo que de permitirse sería una deslealtad institucional equivalente a traición. La cobardía de la Casa Real y de Rajoy están conduciendo a la aniquilación de todo sentimiento nacional en España. España está llena de traidores que gobiernan gracias a los apoyos recibidos de los propios enemigos de España, como se ha comprobado, gobierne derecha o izquierda.


Rajoy está recorriendo los últimos tramos del camino, cuya meta es la aniquilación de España como entidad geográfica, histórica, cultural y política, ante la impasibilidad absoluta de toda la clase dirigente. Y todo por permanecer en el poder arrimado de enemigos naturales de España, que son los que sustentan su gobierno.


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